miércoles, 5 de abril de 2017

La Leyenda del conejo de Pascua durante la semana Santa

Esta curiosa leyenda cuenta que , cuando metieron a Jesús en el sepulcro que les había dado José de Arimatea, había dentro de la cueva un pequeño conejo escondido que veía como toda la gente entraba, lloraba y estaba triste porque Jesús había muerto. El conejo no sabía que ocurría, permanecía
 muy quieto y se quedó ahí viendo el cuerpo de Jesús cuando pusieron la piedra que cerraba la entrada y lo veía preguntándose quien sería a quien querían tanto todos los que hasta allí se acercaban.
Así pasó mucho rato viéndolo, pasó todo el día y toda una noche, cuando de repente el conejo vio algo sorprendente: Jesús se levantó y dobló las sábanas con las que lo habían envuelto. Un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada y Jesús salió de la cueva. ¡Estaba vivo!
El conejo comprendió que Jesús era el Hijo de Dios y decidió que tenía que avisar a todo el mundo y a todas las personas que lloraban, que ya no tenían que sentirse tristes porque Jesús había resucitado.
Como los conejos no pueden hablar, se le ocurrió que si les llevaba un huevo pintado ellos entenderían el mensaje de vida y alegría, y así lo hizo.
Desde entonces, cuenta la leyenda que, el conejo sale cada domingo de Pascua a dejar huevos de colores en todas las casas para recordar al mundo que Jesús resucitó y hay que estar muy alegres.
El juego de esconder los huevos de pascua que ha ido dejando el conejo de pascua en todas las casas es la diversión de los niños el domingo de Pascua. Hoy hemos tenido esta actividad como último día del trimestre para seguir con esta tradición que se celebra en muchos lugares cada año.
 
 
 
 



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