Hemos bajado al huerto para ver como el otoño había hecho su aparición. Los niños no tenían claro si iban a encontrar plantas aromáticas, si quedarían verduras o cómo estarían los ajos y las cebollas. Al llegar todo estaba muy distinto a lo esperado. Muchas hojas y también higos cubrían el suelo. Abrieron algunos para ver las semillas.
Según pasaban por cada huerto, nombraban las plantas. Sin duda la observación directa es la mejor forma para el aprendizaje.
El color que tenían las granadas invitaban a probar su sabor y comenzó el buen reparto con los compañeros.
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